Runaways (Primera Serie, 18 números)
Guión: Brian K. Vaughan
Dibujo: Adrian Alphona & Takeshi Miyazawa
Tintas: Craig Yeung
Los denodados intentos de Bill Jemas (Presidente de Marvel hasta
hace poco más de un año) por renovar y refrescar
el Universo Marvel fueron en su mayoría un absoluto
fracaso (si exceptuamos la Línea Ultimate ). En el
tiempo que duró su presidencia se lanzaron más colecciones
al mercado de las que este podía realmente soportar, cancelándose
la mayoría de ellas tras un par de números. Ejemplos
de lo que comentamos fueron la renacida línea Epic (que
los más viejos del lugar recordarán en su primera
encarnación allá por los 80 como la primera vez que
se otorgaba a los autores el derecho de propiedad de sus creaciones)
y la línea Tsunami (algo así como la línea
manga del Universo Marvel ). Dentro de esta última
se llegaron a publicar doce números de Namor ( dibujados
por nuestro compatriota Salva Larroca entre otros), otros
tantos de Sentinel (inspirada claramente en Iron Giant ), Emma
Frost (dieciocho números dedicados a la Reina Blanca
del Club de Fuego Infernal ) y la serie que nos ocupa, Runaways .
De todas ellas la única que ha sobrevivido a su primera
etapa es esta última, ya que tras sus dieciocho primeros
números, Marvel ha lanzado hace un par de meses escasos
la nueva serie regular.
Runaways arranca
presentándonos a un dispar grupo
de seis adolescentes: Alex Wilder (un freak de las consolas
y un auténtico genio en cuanto a estrategia), Gert Yorkes (una
sabelotodo un tanto histérica), Karolina Dean (hija
de actores y típica pija guaperas), Chase Stein (el
mayor del grupo con 17 años y el cerebro de un mosquito), Molly
Hayes (la benjamín del sexteto) y Nico Minoru (hija
rebelde y un tanto gótica). Estos seis jóvenes tienen
una única cosa en común: sus padres se reúnen
una vez al año en casa de los Wilder para tratar
asuntos relacionados con diversas asociaciones de beneficencia.
Pero lo que los protagonistas no se pueden imaginar es que la verdad
dista mucho de lo que ellos creen saber: la realidad es que sus
padres son un grupo de supervillanos con ínfulas de dominar
el mundo. Tras el shock que este descubrimiento les produce, cinco
de nuestros protagonistas huyen de sus casas y mientras intentan
encontrarle un sentido a todo lo que están viviendo vamos
asistiendo al despertar de los poderes de cada uno de ellos. El
rescate de Molly en el sexto número y el descubrimiento
por parte de los padres de un apunte argumental que se mantendrá hasta
el final de esta primera etapa, cierran el primer arco argumental
de la serie. En el segundo (de otros seis números) asistiremos
por una parte a la inclusión de un nuevo miembro en el grupo
que oculta un secreto muy oscuro; y al encuentro de los protagonistas
con los desaparecidos Capa y Puñal (cuya última
miniserie vio la luz hace la friolera de 17 años). Habiéndose
preparado el terreno, el tercer y último arco argumental
es lo mejor de la serie: mientras se nos explica el origen de ?El
Orgullo? (así es c omo se llama el grupo de los padres)
nuestros protagonistas deciden lanzar un último ataque contra
ellos para evitar el propósito de sus acciones (que pasa
nada menos que por la destrucción del mundo), pero una sorpresa
de última hora dará un giro inesperado(o no tanto)
a toda la historia. El último número (que en principio
debía poner punto y final a la serie) deja la misma lo suficientemente
abierta para que (y como ha terminado pasando) fuera fácil
su continuación.
Runaways destila
frescura y agilidad narrativa en cada una de sus páginas,
virtud atribuible sobre todo a los geniales guiones de Brian K. Vaughan .
Guionista cada vez más
de moda (ya hemos leído de él la estupenda Ex
Machina y estamos haciendo lo propio con la serie regular
de Ultimate X-Men ) Vaughan dota a todos y cada uno
de los personajes (ya sean los jóvenes o los adultos) de
una voz propia claramente reconocible lo que provoca la inmediata
identificación con cada uno de ellos. Los diálogos
escritos por Vaughan podrían estar salidos directamente
de una conversación entre adolescentes de cualquier parte
y los detalles que en este sentido pueblan el guión de la
serie son más que agradecidos: los nombres que cada uno
de ellos deciden ponerse cuando forman su grupo de superhéroes
(lo de Arsenic and Old Lace , título original de Arsénico
por Compasión , no tiene precio), el hecho de que la
benjamín del gr upo utilice un lenguaj e
soez ahora que sus padres no la vigilan?Pero Runaways también
se caracteriza por un tratamiento bastante adulto de las situaciones
en las que los seis protagonistas se ven envueltos, y la trama
que se desarrolla a s u alrededor a lo largo de los dieciocho números
es de una coherencia estupenda (que muchas otras series, por ejemplo
cualquiera de las del Universo X , quisieran para sí).
En el aspecto
gráfico
encontramos a un novato Adrian
Alphona . Con un trazo simplista que se mueve entre el manga
y el cartoon, Alphona encuentra su mayor virtud en la facilidad
con la que caracteriza a cada uno de los personajes, haciéndolos
fácilmente identificables con tan sólo haber leído
un número; su mayor defecto se encuentra en los fondos
y las perspectivas, la mayoría de las veces tremendamente
forzadas. Aún así, el dibujo es de esos que avanzan
con el tiempo, y lo que en los primeros números resulta
un tanto chocante es lo que terminas adorando en los últimos.
El otro dibujante, Miyazawa tan sólo se ocupa
de los dos números dedicados a Capa y Puñal ,
y su tarea es tan eventual como olvidable.
Acercamientos como el que Runaways realiza
al género
de los superhéroes no son fáciles de encontrar en
los comics que pueblan las estanterías de nuestras tiendas:
el realismo con el que Vaughan se aproxima a la situación
de partida (¿qué pasaría si unos supervillanos
tuvieran hijos?, ¿y si estos se rebelaran contra sus progenitores?)
y con el que trata toda la serie es digno de alabanza, y no hace
sino confirmar que nos encontramos ante uno de los mejores escritores
de la actualidad (en cuanto a comic-books se refiere, claro está).
Las estupendas críticas recibidas tras estos primeros dieciocho
números no hace si no augurar el mejor de los futuros para
los Runaways , y desde aquí os instamos a que nos
leáis pr óximamente en la segunda entrega de esta
genial serie.
Lo
Mejor: Los Guiones de Brian K. Vaughan
Lo
Peor: El dibujo en sus primeras etapas
El
Momento: Uff...difícil de decir...hay demasiados.
Guión:
***** de *****
Dibujo:
***1/2 de *****
Total:
****1/2 de *****
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