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SHE-HULK FIRST SEASON (nos. 1 al 12)
Guión: Dan Slott
Dibujo: Juan Bobillo y Paul Pelletier
Tintas: Marcelo Sosa y Roland Paris
Cuando
She-Hulk vio la luz allá por 1979 nadie
daba mucho por una colección surgida a la sombra del
mítico Hulk. El hecho de que Jennifer Walters,
prima de Bruce Banner (Hulk, por si alguien ha estado dormido
los últimos
veinte años) obtuviera sus poderes mediante una transfusión
de sangre de su primo, era una excusa demasiado débil para
poner en pie una colección con la gigante esmeralda al frente.
Pero por aquel entonces Marvel ya hacía gala de un inusitado
frenesí editorial, frenado sólo por las imitaciones
impuestas por el mercado (cosa que no ha parecido importarle mucho
en los últimos años). El caso es que aquellos que
vaticinaron una corta vida a la nueva serie, acertaron de pleno
y sólo 25 números de aquella primera encarnación
llegaron a los kioscos.
Tuvieron que pasar 6 años para que, en 1985, John
Byrne rescatara a la prima de la Masa en una novela gráfica
muy apreciada por los aficionados hoy en día. En ella Hulkie (como cariñosamente se la acabaría
conociendo) tenía una curiosa aventura con unas ¡cucarachas radioactivas
inteligentes! y se veía expuesta a una dosis masiva de radiación
gamma que según sabríamos al final de la historia, impedía
a nuestra heroína volver a revertir a su forma humana a voluntad. Tras
la calurosa acogida que tuvo la novela gráfica, Marvel dio luz verde a
Byrne para que desarrollara una nueva serie regular de un personaje al que, desde
un primer momento, el completo autor había tomado cariño. Dicho
y hecho, en 1989 comenzaba la que sería la segunda serie regular de She-Hulk. Con Byrne ejerciendo como guionista y dibujante (y entintador) la serie llegaba
al número 9 con una acogida moderada entre un público que no terminaba
de encajar el continuo vaivén en las aventuras de la protagonista.
En esta situación, Byrne dejó la serie momentáneamente,
para ceder su puesto en los guiones a Steve Gerber (creador de Howard
el Pato). Pero Gerber no supo tomarle el pulso a la colección,
y tras 16 números
abandonaba la colección. Con las ventas por los suelos, Byrne recogió el
testigo y en los números que fueron del 31 al 50 hizo y deshizo con la
colección lo que le vino en gana. Haciendo gala de un finísimo
sentido del humor, y jugando a placer con el universo Marvel y su hipotética
situación en nuestra realidad, Byrne consiguió dar un vuelco a
las ventas y, por primera vez, el público respondía de forma positiva
ante la colección de Hulkie. Pero nada es eterno, y Byrne abandonaba
el barco en un impresionante número 50 en el que se burlaba de forma descarada
de todos los dibujantes hot de aquel entonces (Liefeld , Miller y un largo etcétera).
Tras su marcha la serie dio un último respiro agónico y cerró en
el número 60.
Después de esta serie de infortunios parecía una descabelladez
volver a intentar editar con éxito una serie centrada en las aventuras
de la gigante verde. Pero ya sabemos como se las gastan en Marvel. Y ni
cortos ni perezosos, en Enero del pasado 2004, se anunciaba a bombo
y platillo la nueva encarnación de She-Hulk. El encargado de devolver
a la primera plana a la prima de Hulk sería Dan Slott, guionista
forjado en las llamas de las series Batman Animated y Justice League Animated,
y portador de un sentido del humor que auguraba una continuación de
los mejores momentos de Byrne para con la colección. A los lápices
se irían turnando de
manera indistinta Juan Bobillo (argentino colaborador de Carlos Trillo y
al que antes habíamos visto en Mekanix) y Paul Pelletier (uno
de los dos sosias de Dale Keown, el otro fue Gary Frank , surgido de la
colección
de Hulk). El estilo simplista del primero, con un trazo limpio cercano
a la caricatura, y el derivado del detallismo de Keown en el segundo eran una
estupenda carta de presentación para la nueva colección.
Esta arranca de forma sorprendente: tras los hechos acaecidos en la saga Red
Zone de los Vengadores (en la que Hulka se volvía salvaje y arrasaba con
una ciudad entera), el status quo de la gigante esmeralda ha cambiado sensiblemente
en el grupo, que no ve con buenos ojos las juergas que Hulkie se corre noche
si noche también. En esta tesitura, el Capi y Iron Man no tienen más
remedio que expulsar a Jennifer de la mansión. Al mismo tiempo, un bufete
de abogados de gran prestigio en la Gran Manzana se interesa por contratar a
la que ellos creen una de las mejores litigadoras del circuito. Por si alguien
no se lo imagina, esa abogada es nuestra protagonista, pero no su encarnación
verde, sino su forma humana.
Las tribulaciones
que Jennifer pasa para adaptarse a esta nueva vida en la que
debe permanecer más tiempo como humana que como Hulka, unido al
hecho de que el bufete para el que ha entrado la ha contratado para trabajar
en casos en los que estén implicados seres con superpoderes es el caldo de cultivo
perfecto para que Slott desarrolle una colección digna heredera de los
mejores números de Byrne así como de aquellos estupendos
y originales primeros episodios de Ally McBeal.
Durante los doce números que ha durado esta "Primera Temporada", Slottha
ido haciéndose poco a poco con el personaje hasta conseguir, casi sin
esfuerzo, lo que a muchos les cuesta la vida: hacer reír. Leyendo varios
de los números que forman parte de este primer año me encontré riendo
a carcajadas, y es que momentos como el juicio con Spiderman bien merecerían
figurar a la misma altura que muchos de los capítulos de series como Seinfeld
, Frasier o mi querida y desaparecida Friends.
Tras juguetear con la posibilidad de una cancelación, Slott y Marvel han
anunciado ya, que el próximo mes de Octubre comenzará la segunda
temporada de She-Hulk, teniendo en cuenta como ha sido la primera, yo
ya estoy reservando un lugar en mi estantería.
Lo
Mejor: El gran sentido del humor de Slott y el buen hacer de
Bobillo a los lápices.
Lo
Peor: Que tengamos que esperar hasta Octubre (o más)
para volver a leer la colección.
El
Momento: Sin duda alguna, el juicio de Spiderman ...aunque
hay muchos más.
Guión:
8,5 de 10
Dibujo:
8 de 10 para Bobillo; 7 de 10 para Pelletier
Total:
8'5 de 10.
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