|
Supreme Power (Serie Regular Americana nos. 1 al 12)
Guión:
J.Michael Stracynski
Dibujo: Gary Frank
Tintas: Jon Sibal
En reseñas anteriores he comentado
la pasividad y repetición en la que Marvel ha caído en los últimos
tiempos. Las múltiples renovaciones a las que la editorial se somete de
vez en cuando no son más que remedos de cambio, lavados de cara que acaso
sirven para atraer a nuevos lectores pero que siguen dejando fríos a aquellos
que llevamos casi toda nuestra vida coleccionando cómics. Una de esas
geniales ideas/renovaciones a las que la editorial se sometía hace unos
cuatro años fue la creación del sello MAX . Fruto de ese
cerebro inquieto que es Joe Quesada (que se podría dejar de ideas
brillantes y volver a dibujar que es lo suyo) el sello nacía casi como
una contrapartida al Vertigo de DC y, como ya hiciera en su momento Marvel
Knights,
orientaba sus colecciones a un público más adulto. En realidad
la maniobra de Quesada iba destinada en primer lugar a quitarse del medio
la molesta colección
de Punisher pergeñada por Garth Ennis, y de paso abrir un
nuevo sello editorial. Hasta la fecha ha habido de todo bajo dicho sello, destacando
la miniserie de Cage de Azzarello y Corben y la genial Alias del
prolífico Brian
Bendis. Pero lo mejor de MAX comenzaba hace poco más de un
año con Supreme
Power, una de esas pocas colecciones que hace que te reconcilies con la Casa
de las Ideas .
Basada de soslayo en el mítico Escuadrón Supremo (respuesta
a su vez de la Marvel a la Liga de la Justicia de DC ) creado
por el desaparecido
Mark Gruenwald, Supreme Power es la eclosión de muchas de
las ideas que el genial J. Michael Stracynski había expuesto en Rising
Stars (su primera incursión en el mundo del cómic-book). De
la antigua serie Stracynski extrae a seis de sus siete miembros fundadores: Hyperion (el
sosias de Superman), Nighthawk (el Batman del Escuadrón ), Power
Princess (Wonder Woman), Doctor Spectrum (Green Lantern),
Whizzer (Flash) y Amphibian (Aquaman); resituándolos,
adaptándolos
e insuflándoles
una nueva vida que, ya en el primer número de la colección, los
aleja de cualquier estereotipo de superhéroe.
La trama que Stracynski cuece en los seis primeros números de la
colección
comienza con la llegada a la Tierra de una nave que transporta a un bebé.
Una pareja lo recoge y se lo lleva a su casa...y esas son todas las similitudes
con el origen de Superman que encontramos. De repente irrumpen en la acción
unos agentes del gobierno y se llevan al bebé. Años más
tarde, y tras una intensa vigilancia por parte de organismos gubernamentales
el bebé se convierte en Hyperion . Pero algo extraño ha
ido ocurriendo durante todos esos años, e Hyperion no es el único
ser con poderes fuera de lo normal que hay sobre la faz de la Tierra.
La lentitud con la que se desarrollan los hechos en estos primeros seis números
(que no conforman ni mucho menos un arco argumental, sino parte de un todo) permite
a Stracynski desarrollar a los personajes a su antojo, dándoles
un trasfondo poco usual en el mundo de los superhéroes (en el que casi
todos los personajes son planos): el condicionamiento al que es sometido Hyperion desde
pequeño;
los oscuros orígenes de Nighthawk, el Doctor Spectrum y Amphibian; la sinies tra
trama de conspiraciones que se monta alrededor de la figura de Hyperion ...son
sólo algunos de los
detalle s que pueblan los guiones de esta magnífica colección.
Con el tapiz esbozado en la primera mitad de los doce números que nos
ocupan, Stracynski pasa a la acción desde el número 7 de
la colección.
Desde ese momento comienzan a cobrar sentido muchas de las claves que se habían
ido introduciendo hasta el número seis. No revelaré nada más
sobre el devenir de la colección para no reventar la fuerza que esta segunda
parte de la colección guarda. Pero la grandeza de esta colección
no reside sólo en la compleja trama que Stracynski va creando número
tras número, también reside (y como) en la increíble labor
de Gary Frank a los lápices. Habiendo trabajado anteriormente con
el guionista en esa excelente (y no me cansaré de decirlo) colección
que fue
Midnight Nation; los lápices de Frank han ganado con el
tiempo transcurrido entre una y otra. Si tenemos en cuenta que la labor desarrollada
por el dibujante en aquella colección era sobresaliente, os podéis
imaginar lo que Supreme Power os reserva. El detallismo y la grácil
composición
de página de la que hace gala Frank es el perfecto complemento
a los guiones de Stracynski, siendo perfecto ejemplo de la genial simbiosis
el número
12 de la colección.
Hablando de Y: The Last Man decía que el lento devenir de la colección,
en la que la definición de los personajes primaba sobre la acción,
era su principal virtud. Lo mismo se puede aplicar a Supreme Power: se
nota que Stracynski está más interesado en la trama que
vemos subyacer en cada número, que en epatar al lector con peleas sin
sentido. Y eso es algo que tenemos que agradecer. Lo único que resta es
recomendaros fervientemente la lectura de esta estupenda colección, aún
más
teniendo en cuenta que Panini edita este mes los seis primeros números.
Lo
Mejor: Los guiones, el dibujo...TODO
Lo
Peor: Lo mismo que ya dije para Y: The Last Man ; que la
lentitud con la que se desarrolla la colección im p
ida engancharse a muchos lectores.
El
Momento: La pelea entre Hyperion y el Doctor Spectrum .
Guión:
8'5 de 10
Dibujo: 10 de 10
Total: 9'5 de 10
|
|