Uncanny X-Men: The New Age (nos. 444 al 454)

Guión: Chris Claremont
Dibujo: Alan Davis, Olivier Coipel & Andy Park
Tintas: Mark Farmer & Scott Hanna


Lo tengo bien merecido...
Chris Claremont fue una de las principales causas por las que, allá por mediados de los 80, dejara de leer cómics de mutantes. Sus constantes subtramas (sólo hay que coger los primeros 10 números de Excalibur y compararlos con lo que años después hizo Alan Davis para percatarse de ello) y la poca coherencia que el guionista aportaba a las colecciones a su cargo terminaron por cansarme. Desde entonces la intermitencia ha marcado mi relación con las colecciones X, a las que me he acercado en momentos puntuales (La Era de Apocalipsis, La Saga de Onslaught o más recientemente los New X-Men de Morrison ) para volver a abandonarlos.

Lo tengo bien merecido...
Hace unos tres años Claremont volvía a la palestra mutante con Extreme X-Men, colección que ha ido recibiendo críticas irregulares a lo largo de este período de tiempo. Pero en Marvel no suelen hacer mucho caso del coleccionista y "voilá" se sacan de la manga este Uncanny X-Men: The New Age para darle más trabajo al mítico guionista. Esta nueva colección se entronca en la enésima renovación a la que el Universo-X se sometía hace un año tras la marcha de Morrisonde la citada New X-Men ( probablemente la mejor colección de mutantes que he leído). Junto con Claremont desembarcaba en la Casa de las Ideas el popular Joss Whedon (creador de Buffy )...pero eso es otra historia.

Lo tengo bien merecido...
El principal (y único) gancho que al final ha hecho que picara para hacerme con el primer año de existencia de esta nueva encarnación de los Uncanny ha sido Alan Davis. La debilidad que tengo con este dibujante se remonta a muchos años atrás, y nunca he dejado escapar nada que haya salido de sus geniales manos...arrepintiéndome estoy ya de esa decisión.

Lo tengo bien merecido...
Uncanny X-Men: The New Age abarca cuatro arcos argumentales "entrelazados". Con una nueva formación que rescata a dos de los miembros de Excalibur (Rondador Nocturno y Fénix) a los que se suman Bishop, Sage , Tormenta y Lobezno; la serie arranca más o menos tomando como base lo establecido por Morrison : el profesor X ha dejado de regir la escuela, Jean Grey ha muerto y los X-Men son ahora parte de una policía mutante que actúa a nivel mundial. Con esta premisa de partida Claremont reintroduce en la primera saga a La Furia (el primer enemigo de armas tomar del Capitán Britania, creado por Alan Moore a principios de los 80) y durante cuatro números lo único que hacen los X-Men es darse de tortas con la letal máquina..si no fuera por el dibujo de Alan Davis. Tras este penoso arranque la cosa empeora, Alan Davis se toma un descanso y su puesto lo ocupa Olivier Coipe l(visto en los Vengadores) y lo que Claremont desarrolla en sus guiones en los dos interminables números qe siguen es de lo peor que he podido leer en los últimos tiempos...una trama que envuelve a la Reina de Inglaterra y a una antigua enemiga de los mutantes. Para terminar de colmar nuestras dichas el guionista reint roduce al Club de Fuego Infernal (por aquello de que la Saga de Fénix Oscura fue lo mejor que este inglés ha escrito en su vida) en la última página del número 449.
En el 450 vuelve Alan Davis (y de que manera) para dos números que pretenden afianzar la po sición de una nueva mutante en el Universo-X . X-23, que tiene su propia colección, es su nombre y su relación con Lobezno es lo que los dos primeros números intentan explorar (sin mucho éxito). Tras ellos Davis vuelve a irse para dar paso a Andy Park (que desmerece todo lo que el inglés ha hecho en el par de números previos) y la saga del Club de Fuego Infernal. Esta se puede resumir en una expresión...¿EIN?. Claremont tenía que tener muchas ganas de contarnos esta historia porque sino, no se comprende su inclusión: caóticos, deslabazados y sin sentido, los tres números que componen este arco, y por ende los once que hasta la fecha he podido leer, quedan olvidados tan pronto se cierra el último cómic.

Lo tengo bien merecido, nunca debería haber vuelto a picar con Claremont ...si no fuera por Alan Davis.

Lo Mejor: El dibujo de Alan Davis ...SOBRESALIENTE

Lo Peor: El absurdo guión de Claremont.

El Momento: Ehhh, lo tengo en la punta de la lengua....¿ninguno?

Guión: 3 de 10

Dibujo: 10 sobre 10 para Alan Davis . 4 sobre 10 para los otros dos.

Total: 3 de 10

 
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